domingo, 22 de abril de 2012

Poema del domingo


LOS VIOLINES HAMBRIENTOS


Los violines hambrientos. Tocaremos la aurora con su pan de equipaje, su maleza de cuarzo. Heredarás mi caja de herramientas, los dibujos parlantes al abrir la camisa. En la palma el dolor laminando el silencio. Perderás como ayer, pero no es importante: mantén la gracia, el don gratinado del cielo, su rabia pulmonar. No permitas que nadie condicione tu gesto. No hay caudal sin mutismo. Al final de la barra los mineros comercian con su propia fortuna. El palacio de cobre con su foso de humo, almadén sin escoltas oficiales de cal, el oficio privado de la perduración: descansaré a la sombra, y limpiaré tu voz de su propio equilibrio.


Perteneciente a Las Ollerías (Visor, 2011)

5 comentarios:

  1. El silencio, la voz, el gesto. Tal vez nuestra vida se resuma en esos tres factores. Su significafo, su perfección, su alimento. Amigo Joaquín, que gratos son los domingos en primavera. Abrazos

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  2. No hay caudal sin mutismo: Siempre encuentro una huella riográfica, Joaquín: Hay ríos muy silenciosos.
    (Y una bella violista eslovena, bajo el Arco del Triunfo, clausurando el silencio)

    Un abrazo.

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  3. Qué razón tienes, José Luis. Sobre todo son gratos en el encuentro, en la luz primigenia del primer equilibrio. Qué alegría saber de ti. Un abrazo!

    Amigo Miguel, ya sabes lo que tenemos pendiente. Ahora voy a Córdoba unos días y tenemos que vernos! Un abrazo riográfico!

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  4. Cada mezcla de palabras "los dibujos parlantes al abrir la camisa", "perderás como ayer, pero no es importante", "descansaré a la sombra, y limpiaré tu voz de su propio equilibrio" es hermosa. Con tu texto recordé Diamantes de Sangre, la película. Beso gigante, siempre es un placer mojarme por aquí.-

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  5. Fernanda, qué bueno saber de ti! Recuerdo la película. Es una asociación muy interesante. Un abrazo grande!

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