domingo, 17 de julio de 2011

Poema del domingo


A LA MAÑANA SIGUIENTE EL CAMPESINO VUELVE A ARAR LA TIERRA


Y curaste la tierra de la muerte,
le rozaste las manos
cansadas de estar yermas,
cerraste sus heridas
y cubriste de agua cada surco.

La sombra del arado se alargaba
más allá de la cresta de los montes.

Enterraste a los hijos esa tarde.

Las raíces crecieron tras la lluvia.


Perteneciente a Una interpretación (Rialp, 2001)

5 comentarios:

  1. Conmovedor poema, amigo. Gracias por compartirlo. ¡Un abrazo!

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  2. Este es un poema con raíz. La lluvia de cada lectura le hará crecer desde su profundidad telúrica.

    Un abrazo, amigo

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  3. Jorge y Miguel, muchas gracias por vuestros comentarios.

    Un abrazo de lunes!

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  4. Un poema, que dentro de su brevedad, es enormemente expresivo. Me gusta.

    Un abrazo.

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